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Homenaje a las compañeras Sonia Mosquera y Liliana Zufiaurre

Imagen/Afiche

El pasado 27 de junio, el Instituto de Psicología Social se vistió de lavandas y se colmó de abrazos para rendir homenaje a las compañeras Liliana Zuffiaurre y Sonia Mosquera. En reconocimiento a sus vidas y trayectorias, se inauguraron dos salas con sus nombres, un gesto cargado de afecto, memoria y gratitud.

La ceremonia contó con la presencia de familiares de Sonia y Liliana, junto a compañeras y compañeros que se acercaron para compartir recuerdos, emociones y fortalecer colectivamente el legado de ambas. En ese ambiente de calidez y respeto se entrelazaron anécdotas, miradas y silencios que evocaron la impronta profunda que dejaron en este colectivo.

Como parte de la ceremonia, la directora del Instituto, Silvia Franco, compartió palabras de reflexión y homenaje representando a la Comisión Directiva.

“A fines de diciembre recibimos con tristeza la noticia del fallecimiento de Sonia Mosquera, tras varios meses de convalecencia acompañada por el amor de su familia y amigas. Pocos días después, nos conmocionó también la partida de otra entrañable compañera: Liliana Zufiaurre. Ambas nos dejaron con muy pocos días de diferencia, en un tiempo de vacaciones, cuando la distancia hizo más difícil actuar frente al dolor. 

Sus pérdidas encendieron en nosotras una luz, una de esas que ellas sabían prender, y nos llevaron a reflexionar sobre la importancia de las redes afectivas, cuidadoras y amorosas que sostenemos como colectivo. Teníamos que hacer lugar a lo ausente. Allí se generó esta idea de homenajearlas, de llamar a las salas con su nombre y de contar con una referencia académica de cuidados y social. El homenaje fue cobrando cuerpo en el comité integrado por compañeras que se encargaron de una amorosa organización.

Sonia y Liliana dejan una huella imborrable en el Instituto de Psicología Social, no solo por lo que hicieron en vida, sino también por lo que nos enseñan con su ausencia: el valor de lo colectivo. Nos invitan a repensar los lazos que construimos y a cómo sostenerlos aún en las ausencias.”

Hablar del colectivo del IPS es hablar de quienes hoy lo habitan, pero también -y sobre todo- de quienes lo construyeron con compromiso, afecto y generosidad.

Por todo ello, rendimos este homenaje a Sonia y Liliana. Porque siguen estando con nosotras, en la memoria, en el afecto, y en el trabajo cotidiano que también es, y seguirá siendo, el suyo.

¡Hasta siempre compañeras!